Tal y como os adelantamos la semana pasada, no todos los ascensores son iguales, en el mercado podemos encontrarnos frente a diferentes tipos en relación a su sistema de funcionamiento. Por ello, en Ascensores Pertor queremos hablaros sobre las diferencias que existen entre un ascensor hidráulico y un ascensor eléctrico.
Ascensor eléctrico
El elevador eléctrico en cambio tiene un motor con una polea por la que pasan los cables. De un lado cuelga la cabina y del otro un contrapeso que sirve para nivelar la carga de cabina y reducir la potencia de la máquina De esta manera la cabina se desliza por las guías. En estos casos el motor marcha tanto en subida como en bajada.
Ya antes de la aparición de los sistemas de regulación de potencia como los variadores de frecuencia, las primordiales diferencias entre elevador hidráulico y eléctrico eran que los eléctricos eran más estruendosos y los hidráulicos menos. Si bien estos precisaban de mayor potencia de contratación. En nuestros días se han reducido estas diferencias, siendo los elevadores eléctricos igualmente de suaves que los hidráulicos y a estos últimos además de esto se les puede reducir la potencia precisa.
¿Qué espacio se necesita para instalar un ascensor?
La peculiaridad que tenían los elevadores hidráulicos ya antes era su capacidad de adaptación a los espacios reducidos. En cambio tras la aparición de los elevadores eléctricos sin sala de máquinas donde el motor se instala en el mismo hueco arriba, ha provocado que esta ya no sea una ventaja exclusiva de los hidráulicos.
¿De qué nos sirve instalar un elevador de alta velocidad si la finca solo tiene tres pisos? ¿Para qué exactamente deseamos instalar un elevador de dimensiones reducidas si entonces no va a caber un carro o bien una silla de ruedas? Estas son las cuestiones esenciales, hay que mirar en un largo plazo y ver cuáles son las necesidades que deberemos cubrir. En función de estas podremos elegir entre un tipo de ascensor u otro.