Los ascensores han sido escenarios icónicos en la historia del cine, convirtiéndose en el lugar perfecto para tensos encuentros, revelaciones dramáticas o momentos románticos.
A lo largo de los años, diversas películas han utilizado estos espacios cerrados para crear escenas inolvidables que perduran en la mente de los espectadores. Por ello, hoy desde Ascensores Pertor, exploramos algunas de las escenas de cine más famosas grabadas en ascensores y por qué han dejado una marca en la historia del séptimo arte.
Una de las escenas más impactantes de Drive, dirigida por Nicolas Winding Refn, ocurre en un ascensor. Ryan Gosling, quien interpreta al enigmático conductor, comparte un momento de intensa conexión con el personaje de Carey Mulligan.
La escena es memorable porque empieza como un gesto romántico: un beso bajo la tenue luz del ascensor, en un momento de calma. Sin embargo, esa calma se rompe rápidamente en una explosión de violencia cuando el personaje de Gosling se enfrenta a un sicario en el mismo lugar. Esta escena es icónica no sólo por la intensidad de los eventos que suceden en un espacio tan reducido, sino por cómo combina la pasión y la brutalidad en cuestión de segundos, dejando una impresión imborrable.
No puede faltar en esta lista la aterradora escena del ascensor en El Resplandor de Stanley Kubrick, basada en la novela de Stephen King. Aunque en esta escena no vemos personas dentro del ascensor, es uno de los momentos más aterradores del cine de terror.
Cuando las puertas del ascensor se abren, una gran ola de sangre se derrama por los pasillos del Overlook Hotel. Esta imagen, capturada con maestría, se ha convertido en un símbolo de la locura y el terror de la película, impactando a generaciones de espectadores. Es un ejemplo perfecto de cómo un simple ascensor puede transmitir una sensación de horror y desesperanza sin necesidad de diálogos o personajes en pantalla.