El mundo del cine utiliza todos los recursos que tiene a su disposición para la creación de películas, y los ascensores no se han quedado fuera. Algunas de las escenas que han ocurrido dentro de un elevador son muy conocidas por todo cinéfilo que se precie, pero hay que tener en cuenta que muchas de ellas no sería posible llevarlas a cabo en la vida real.
Desde Ascensores Pertor queremos hablaros de algunas escenas bastante memorables que, por muy verosímiles que parezcan en la gran pantalla, son imposibles de realizar.
Ascensores irreales en el cine
Empecemos con “El resplandor” de Stanley Kubrick. ¿Quién no recuerda ese momento en el que aparecen dos ascensores y empiezan a salir litros y litros de sangre que lo inundan todo? Pues bien, desde ya os decimos que esa escena miente descaradamente puesto que los ascensores, al no ser concebidos como tanques, no podrían acumular semejante cantidad de líquido jamás.
Nuestra siguiente película, y que también nos engaña, es “Misión Imposible” (1996). En ella vemos que un hacker del equipo muere al ser atravesado por unos pinchos que salen desde el techo del hueco del ascensor conforme éste se va aproximando. Esos famosos pinchos no se encuentran en ningún elevador, sino que son una licencia del film con la que se deshacen así del personaje del hacker.
Por otra parte, en “Jungla de cristal” vemos que la puerta del ascensor se abre sin mucha dificultad, y eso no es tan sencillo, y menos aún cuando el elevador está en movimiento. No obstante, sí que es verdad que en algunos ascensores haya trampillas en el techo para poder evacuar a los pasajeros en caso de emergencia.
Sin embargo, también hay películas que nos muestran escenas de riesgo pero que son mucho más realistas. Sería el caso de “Speed” (1994), donde vemos a Keanu Reeves bajar por el cable del ascensor cuando el villano vuela los cables de uno y posteriormente hace lo mismo con los frenos de seguridad. Bajar por el cable no es lo más seguro, pero sí que es cierto que puede hacerse.
Ahora que sabes estas curiosidades de los ascensores cinéfilos, seguro que los mirarás de otra manera cuando los veas en las películas.