Tal y como vimos la semana pasada, el ascensor es uno de los servicios más importantes en cualquier edificio, tanto por comodidad como por accesibilidad. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de que su correcto funcionamiento depende no solo del mantenimiento profesional, sino también de los hábitos de uso de los vecinos.
De esta manera, hoy desde el blog Ascensores Pertor te seguimos damos algunos consejos prácticos para que tu ascensor dure más y funcione siempre con la máxima seguridad.
Un ruido extraño, un movimiento brusco o una luz que no funciona pueden parecer detalles menores, pero en realidad son señales de que algo no va bien. Avisar al servicio técnico en cuanto se detecta un fallo evita que el problema se agrave y termine en una avería más grave o incluso en una parada inesperada.
Tirar basura, pegar carteles con pegamento o ensuciar el suelo no solo afecta a la estética del ascensor, también puede obstruir los sistemas de ventilación o deteriorar los acabados. Mantener la cabina limpia es clave para que se conserve en buen estado y transmita seguridad y confianza a los usuarios.
Por último, aunque los buenos hábitos de los vecinos son esenciales, nada sustituye al mantenimiento profesional. Contar con un contrato que incluya revisiones periódicas y atención rápida ante averías es la mejor garantía para que el ascensor funcione de forma segura y eficiente durante muchos años.
La vida útil de un ascensor no depende únicamente de la tecnología con la que esté fabricado, sino también del cuidado que recibe en el día a día. Respetar la carga máxima, no forzar puertas, mantenerlo limpio y avisar de cualquier fallo son gestos sencillos que, sumados a un buen servicio de mantenimiento, pueden marcar la diferencia entre un ascensor lleno de problemas y otro que funcione de manera impecable durante décadas.
En Ascensores Pertor lo sabemos bien: un buen uso es la mejor inversión en seguridad y tranquilidad para tu comunidad.