El continuo ascenso del precio de la luz, hace que tomar medidas para reducir el consumo energético en los hogares y en las comunidades de vecinos se haya convertido prácticamente en una obligación. Llega el momento de tomar medidas de ahorro y modificar hábitos de consumo para evitar que la factura de la luz suba más allá de lo inevitable. 

Para lograrlo, el primero de los pasos será implantar medidas de ahorro específicas para cada una de las instalaciones eléctricas del edificio, siendo una de ellas el ascensor.

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Renovar la instalación para reducir el consumo energético

Una de las primeras ideas que se vendrá a la mente de los usuarios habituales de ascensores es limitar el uso del elevador a los momentos «imprescindibles». 

Sin embargo, esto es una medida drástica que, además de suponer un riesgo para las personas con movilidad reducida y una molestia para el resto, apenas se verá reflejada en la factura. Por eso, hay que mirar más allá y pensar en opciones que nos permitan ahorrar en la factura de la luz sin que nuestro bienestar se vea perjudicado.

La medida más efectiva será renovar el viejo elevador por un ascensor nuevo. Esto no se aplica a todos y cada uno de los casos, como es lógico, pero hay ciertas instalaciones que, por su antigüedad y por carecer de sistemas de eficiencia energética, consumen mucha más electricidad que los ascensores modernos.