Cuando se produce un incendio, el instinto natural de cualquier persona es escapar rápidamente hacia un lugar seguro, alejado de las llamas. Si vives en un edificio, este instinto te impulsa a abandonar el lugar lo más pronto posible. Sin embargo, si te encuentras en una planta alta, surge una pregunta importante: ¿qué hacer? Es en este momento crucial cuando debes recordar que el uso del ascensor está estrictamente prohibido durante un incendio, debido a los graves riesgos que conlleva.
El uso del ascensor en una situación de emergencia como un incendio puede poner en peligro tu vida de diversas formas. Uno de los principales motivos es que durante un incendio es común que se produzcan cortes en el suministro eléctrico, lo que podría dejarte atrapado dentro de la cabina del ascensor mientras el fuego avanza por el edificio. Esta situación es extremadamente peligrosa, ya que no solo estarías atrapado, sino que el rescate sería mucho más complicado para los bomberos.
Otro de los grandes peligros es la posible filtración de humo dentro del ascensor. En un incendio, el humo puede desplazarse rápidamente por el edificio y, si entra en la cabina, podrías sufrir una intoxicación grave. Esto se debe a que el humo, incluso en pequeñas cantidades, es tóxico y puede incapacitarte en cuestión de minutos, haciéndote perder la capacidad de reaccionar y ponerte a salvo.
Si decides usar el ascensor en un incendio, no solo estás poniendo tu vida en peligro, sino que también dificultas el trabajo de los equipos de rescate. Los bomberos, al llegar al lugar, se enfrentan a múltiples complicaciones si alguien queda atrapado en un ascensor. Las condiciones del incendio, la falta de visibilidad y la propia estructura del edificio hacen que acceder a la cabina del ascensor sea mucho más complicado que rescatar a alguien por las escaleras.
Además, los incendios suelen comprometer las estructuras y sistemas internos del edificio, incluyendo las guías y los cables del ascensor, lo que podría ocasionar una caída libre de la cabina, multiplicando el riesgo de un desenlace trágico.
En una situación en la que el fuego impide el uso de las escaleras para evacuar el edificio, lo más seguro no es usar el ascensor. En lugar de ello, la mejor opción es dirigirte a la azotea o a un espacio donde el aire sea más limpio y esperar allí la llegada de los equipos de rescate. Este es el lugar más adecuado si las llamas o el humo te impiden un descenso seguro. Desde la azotea, los rescatistas podrán acceder a ti utilizando medios especializados como helicópteros o escaleras extensibles.
Es importante recordar que mantener la calma es clave en este tipo de situaciones. Conservar la serenidad te permitirá tomar decisiones más seguras y seguir las indicaciones de las autoridades y equipos de emergencia.
Algunos ascensores modernos están diseñados para seguir funcionando incluso durante un corte de electricidad, ya que operan con energías renovables o cuentan con sistemas de respaldo. A pesar de esta tecnología avanzada, no se recomienda su uso en caso de incendio. Aunque el ascensor continúe funcionando, las altas temperaturas, el humo y los posibles daños estructurales siguen representando un peligro considerable. Los materiales y componentes del ascensor, como los cables y motores, podrían verse afectados por el calor, provocando fallos impredecibles.
En resumen, ante un incendio en un edificio, el uso del ascensor debe evitarse a toda costa. Las posibilidades de quedar atrapado, sufrir intoxicaciones por humo o complicar los esfuerzos de rescate son demasiado altas. La opción más segura es siempre descender por las escaleras de emergencia si es posible. Si no lo es, busca un lugar con aire limpio, como la azotea, y espera a los rescatistas.
Lo más importante es mantener la calma, actuar de forma racional y seguir los protocolos de seguridad para evitar accidentes fatales. Tu vida es lo primero; sigue siempre las recomendaciones de los equipos de emergencia y evita el uso del ascensor en situaciones de alto riesgo como un incendio.